Hay que averiguar cómo desmontar al monstruo
Tenoch Huerta dijo que fue un nombre lo que le hizo darse cuenta de la insidia del racismo, pero también de que él estaba condicionado a aceptarlo.
“El punto de quiebre fue cuando mi sobrina, que tenía seis años, que es de mi color de piel, fue duramente discriminada en la escuela,” dijo. “Le decían ‘la Negra’ pero no se lo decían con cariño.”