Experto de la ONU pide la prohibición global de las prácticas conocidas como «terapias de conversión»

GINEBRA (8 de julio de  2020) – Las prácticas conocidas como «terapia de conversión» causan severo dolor y sufrimiento a las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans y género diversas (LGBT), a menudo resultando en daños psicológicos y físicos permanentes, dijo un experto de la ONU al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al tiempo que recomendó medidas de prohibición global.

Durante los últimos meses, Victor Madrigal-Borloz, Experto Independiente en protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, ha recabado datos sobre prácticas de «terapia de conversión» y testimonios de víctimas para informar su último informe al Consejo de Derechos Humanos. De  unas 130 presentaciones por parte de Estados, organizaciones de la sociedad civil, incluyendo organizaciones de fé, de salud y de personas sometidas a dichas prácticas, recibió evidencias de que se intenta efectuar conversiones a través golpizas, violaciones, electrocución, medicación forzada, aislamiento y confinamiento, desnudez forzada, ofensas verbales y humillaciones, y otros actos de abuso físico, psicológico y sexual.

«Estas intervenciones se dirigen exclusivamente a las personas LGBT con el objetivo específico de interferir en su integridad personal y autonomía porque su orientación sexual o identidad de género no están comprendidas en lo que perciben ciertas personas como una norma deseable», dijo Madrigal-Borloz.   «Son intrínsecamente degradantes y discriminatorias y están arraigadas en la creencia de que las personas LGBT son de alguna manera inferiores, y que a cualquier costo deben modificar su orientación o identidad para remediar esa supuesta inferioridad».

El experto dijo que desmantelar estos sesgos y prejuicios requiere acción concertada de los Estados, la comunidad médica y la sociedad civil, incluidas las organizaciones basadas en la fe, para garantizar la prohibición global de las prácticas.

Madrigal-Borloz dijo que las prácticas de «terapia de conversión» han sido desacreditadas consistentemente por la comunidad científica y han estado repetidamente vinculadas a daños a largo plazo a la salud física y mental de las personas LGBT. 

«Estas prácticas constituyen una violación flagrante de los derechos a la autonomía corporal, la salud y la libre expresión de la propia orientación sexual e identidad de género. En última instancia, cuando se llevan a cabo por la fuerza, también representan una violación a la prohibición de la tortura y los malos tratos”, dijo el Experto Independiente.

FIN

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