Mensaje de Liz Throssell, vocera de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre la expulsión de Nicaragua de representantes de OACNUDH

GINEBRA 4 de septiembre de 2018 – Lamentamos profundamente la decisión del Gobierno nicaragüense de expulsar al equipo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), decisión que se produjo un día después de que publicáramos un informe sobre las violaciones de los derechos humanos y los abusos cometidos en el país desde abril.

La protección de las víctimas en Nicaragua es cada vez más desafiante debido a la limitación en el acceso y la supervisión por parte de la comunidad internacional. En las últimas semanas, individuos y grupos asociados con las protestas han enfrentado cada vez más la criminalización y el arresto. También se han realizado campañas de difamación por parte de los medios de comunicación afines al Gobierno, que incluyen el calificar a los manifestantes como «terroristas» y «golpistas», además de despidos injustificados y amenazas generalizadas.

Nuestro equipo salió de Nicaragua el 1 de septiembre, pero seguiremos monitoreando la situación de los derechos humanos en el país de manera remota, de conformidad con el mandato global de la OACNUDH de promover y proteger los derechos humanos de todas y todos, y continuaremos siendo una voz para las víctimas.

Al mismo tiempo, seguimos dispuestos a apoyar al Estado nicaragüense para que cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. A tal efecto, continuaremos cooperando con los mecanismos regionales de derechos humanos y la comunidad internacional.

Creemos que nuestro informe y sus recomendaciones proporcionan una herramienta importante para ayudar a Nicaragua a superar su profunda crisis política y social actual, fortalecer sus instituciones y ayudar en la búsqueda de la verdad y la rendición de cuentas.

FIN

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